todo con la izquierda

 Por primera vez, siento que me estás poniendo atención por primera vez en la vida, gracias...

trabajo

 

los de 5to y 6to y rodrigo

 Cada uno es una expresión divina, una galaxia, una obra de arte

y aunque no entienda lo que veo o escucho, puedo amarles

esa expresión tiene sentido como cualquier obra de arte, como cualquier obra de Dios

y merece expresarse, es parte de un sueño, es parte de Dios

historia

 Todo es una historia que contamos, que nos contamos...

Sueño

 ¿A quién se le ocurre? Entrar aquí...

Me metieron aquí, me metí aquí, a quién se le ocurre...

Estoy en un sueño, dentro de un cuerpo humano, en el planeta Tierra.

Hay una infinidad de posibilidades, el planeta es inmenso y puedo ser quién quiera, donde quiera...

Y aún así hay circunstancias que toman forma y entonces decido y vivo esta experiencia en ciertas condiciones, en cierta forma.

Pero, de verdad, a quién se le ocurre, ¿qué hago con esto Dios? ¿qué hago con esto tan grande?

Los maestros hablan de un modo de vivir este sueño, para salir de él, para despertar, para liberarse de esta ilusión; y en la medida de lo posible estoy intentando aprender sus enseñanzas y ponerlas en práctica.

Que aquí hay sufrimiento, que la mejor forma es ayudar a otros a no sufrir, no lastimar, no herir.

Todos somos extranjeros en este planeta, todos venimos de afuera, todos nos sentimos lejos de casa, a todos nos duele eso, aunque sea muy en lo profundo.

Pero por qué quise venir aquí, ¿qué quise venir a aprender?, ¿a caso lo olvidé?..

No, no lo he olvidado, solo no se puede decir con palabras, el corazón sabe, solo el corazón sabe.

Te amo vida, te amo Dios, te amo Rigelillo, nos estamos entendiendo y eso es lo primero para luego beneficiar.

Vayamos con Dios que nos recuerda a cada paso que esto solo es un sueño, y puede ser muy bello si lo aprendemos a amar.

Oración de la serenidad

 Estamos culturalmente condicionados, por nuestra familia, por lo que nos rodea.

Nos formamos desde pequeños viendo y sintiendo aquello que nos rodea, por ello a veces querer adoptar actitudes y formas fuera de nuestro entorno habitual se siente forzado, poco natural.

¿Hasta que grado podemos realmente asir lo extraño, aquello que está más allá de nuestra primera formación? y ¿hasta qué grado debemos aceptar aquello que nos formó como algo que no puede cambiarse, sino que hay que rendirse a ello, vivir con ello?

¿Hasta qué grado podemos cambiar? y ¿hasta que grado rendirnos a aquello que no podemos cambiar?

Me recuerda a la oración de la serenidad:

"Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar,

valor para cambiar lo que soy capaz de cambiar

y sabiduría para entender la diferencia"