Estrellas

31 dic 2012


Ahí estaba, de pronto, la eternidad.

20 dic 2012

3 puertas


Tengo tres puertas frente a mí:

La primera es de madera, angosta y antigua. La segunda es una puerta corrediza, está empotrada a una pared de mármol rosado y es de aluminio. La tercera es una puerta de cristal blanco con una mirilla de oro.

Opto por abrir esta última.

18 dic 2012

rino


El tiempo nos unió en momento de capricho realizado.

Con dos manos que se toman con el centro palpitando, se empezó a crear un brillo. Luego un animal arcaico empezó a tomar forma desde en medio de las palmas.

Dotado de cuernos y piel fuerte, se asemejaba a un dinosaurio de tierra. Con cuernos cortos perfilándose a lo largo de su nariz y hasta el entrecejo. Más ágil y flexible que un reptil.

Comenzó a chillar más y más fuerte, gritaba de vida, de nacimiento. Se trataba de una bestia capaz de vencer cualquier obstáculo. Su cuerpo, como una coraza de fuerza de voluntad indómita, sus cuernos resplandecían de amor verdadero y sus ojos serenos y sabios, humildes.

Las manos se dejaron y la bestia se soltó.


Ésta aún vive, su brillo aumenta a cada momento y su chillar, con suerte, algunos aun lo escuchamos.


Me llamo Simóne


Me llamo Simóne, tengo 24 años de edad y  radico en Longhorn California. Si escribo en español es porque mis padres mexicanos me criaron en este idioma y la cantidad de gente que lo habla y escribe por aquí es incontable. Desde temprana edad me adentré en contar mis historias, lo que me sucedía en los momentos más inoportunos y fugaces. Hoy tuvo lugar uno de estos.
Eran las cuatro de la tarde cuando sentí que una llama ardía en mi pecho, también en la base de la columna y cierta excitación me hacía andar. Pensamientos de gente que creía haber olvidado rondaban mi cabeza y sabía que la búsqueda tenía destino.
Tome mi bicicleta y me adentré en las montañas, común en mí, más no en domingo. Me dirigía a casa de Lorens, antigua compañía de vida, la cual dejé debido a dinámicas destructivas que nos unían. Algo me decía que encontrarla resolvería esta excitación mía. Llegue a su lugar y todo estaba tan distinto, solamente quedaban vestigios de lo que yo conocí como nuestro hogar; ya no había fuego ahí.
La nostalgia me invadió y no supe cómo reaccionar. La confusión se hizo presente y aguarde. Un par de horas después Lorens entraba por la puerta. Con sorpresa e ilusión me veía, en su rostro se leía de revivir lo nuestro, y en el mío lo mismo, pues espejo al fin.
Comenzamos a charlar y el ardor en mí crecía con el juego de palabras. La excitación subía contrapuesta a un “no te quiero herir, no quiero causar daño”. Lorens con ojos de “invítame un café, recordemos lo nuestro” me hacía darme cuenta de que lo que yo buscaba ahí no era lo que se encontraba.
Tome un respiro y dije “lo siento”, no fue mi intención remover el pasado, aunque espero haberlo liberado. Con un movimiento sutil, de mis manos que yacían escondidas tras mi espalda, puse el cuchillo de vuelta en su funda y dentro de mi pantalón.

17 dic 2012


calaktratervayadar-1612357-hilq32hkklsector9. Son coordenadas. Me gusta el nombre, me gusta el sitio. Veo mucha luz, hay una especie de suelo, flores que no son flores, pues son colores de naturaleza plásmica que se sostienen encima de tallos, también de naturaleza no sólida (parecen “aves del paraíso”, fluídicas). Llego y en el centro hay un punto de luz que brilla más que lo demás. Esfera en el suelo, azul muy brillante, blanquecina con periferia color índigo, con periferia a su vez diluyendo en verde suave, bello. Me paro justo encima de la esfera y es ahí cuando emite rallos, que en forma de vórtice se desprenden y cierran ángulo para abrazar y reparar mi cuerpo. Lindo, gracias a dios no cuento con cuerpo físico y éstos rayos se mezclan con la luz que soy, reparando huecos, restaurando colores, restableciendo frecuencias vibracionales en el mismo. Es todo lo escribible, lo demás es vida.


Perdóname por los días de junio

Perdóname por los días de junio, por los días de julio y de agosto, dónde decidía atacar para agarrarte con la guarda más alta. Perdóname por ser hombre y por no ser mujer. Perdóname porque me duele el hombro izquierdo. Perdóname que desde pequeño fui el mismo y no fui nadie. Perdóname que tras tus pisadas jalabas una serie de correas. Perdóname que no aprendí a tocar el piano. Perdóname que no aprendí a bailar. Perdóname que me aburren las cosas si paso largo rato haciéndolas. Perdóname que me encanta escribir y que es lo único que entiendo como propio (mi voz). Perdóname que te hice pensar que era alguien cuando soy todo. Perdóname que fui vida en reclamo. Perdóname que viví a la sombra de la misma vida. Perdóname que no llegó un punto en el que el corazón palpitaba y nada más. Perdóname que lo único que tuvo sentido en la vida fue el oleaje del mar, el ir y venir del viento, el paso repentino, la impermanencia eterna guardada en el grano de arena. Perdóname que no tomé clases para escribir esto. Perdóname que lo que sale de mi corazón es lo que me llena. Perdóname que sea tú, dentro y fuera; en el espejo. Perdóname que te parezca tan petulante y desabrido. Perdóname que duela en todo tu lomo izquierdo. Perdóname, por favor perdóname por no saber ya que perdonar, por querer más y más, por pedir más y más. Perdóname por no saciarme, perdóname por llevarte al extremo, perdóname por obligarte a ser, perdóname por sentir tanto, perdóname por dudar de la vida, perdóname por llevar años extasiado de la vida misma; de perderle el sentido y encontrarlo. Perdona por disfrutar esto. Perdona porque cuando me duermo vivo en otro mundo. Perdóname que busco y busco y nunca encuentro, perdóname que busco el cambio y cambio si lo encuentro. Perdóname que la cabeza no me dio para entender todo. Perdóname que si le quito el orgullo a esto, la sed se va diluyendo. Perdóname que ya me tienes harto, perdóname mujer, perdóname hombre, perdóname perdona la reacción, el reflejo de lo alto. Perdona mi cara siempre en el mismo espacio y si no la cara; los ojos. Perdona que soy tú y que no hay que buscarle tanto: sólo perdona, sólo perdona y si lo quieres más claro el perdón es dejar ir, es soltar, es abrir la mano y dejar irlo, dejar volar, dejar, soltar, soltar, soltar, soltar, soltar, soltar, soltar, soltar, es saltar, es viajar, es dejar, es no voltear.

16 dic 2012

Negra


Dos semanas. Dos semanas fueron una vida. Pues el tiempo, el tiempo es relativo. Un instante me tomo para enamorarme de ella. Por un instante me permití amar de nuevo sin fronteras y ella me enamoró; nos enamoramos. Ilimitada, no guardó sus sentimientos cuando me despertaba con sus besos y mordidas, emocionada. Fiel Guardiana, guerrera que me hacía sentir segura. Feliz en simpleza de alegrarse con la vida. La vida misma le bastase para estar prendida, encendida. Obscura y una luz en el corazón en blanco. Noble, con ojos inteligentes de entiendo pero no me quitas lo traviesa. Sabiendo que aunque me regañes sonrío, consciente de que así uno claro que disfruta la vida. Me despido y tu feliz, y yo con la felicidad que te aprendí.


15 dic 2012

Decisión


Un día decides ver la vida complicada. Es sólo una decisión, es sólo una decisión pues sabes, al instante, que la vida puede verse de igual forma sencilla, alegre, benévola. Es sólo una decisión. Todo en el camino es una decisión, y uno decide verla con los ojos que más le placen y le gustan, los ojos que le acomodan los ojos que le sienten y le gustan. Yo hoy decidí ver con ojos de no sé que cosa, con ojos que no conozco. Decidí postrarme unos ojos muy nuevos y disfrutar eso que no entiendo, y descifrar eso que no comprendo. Digo, a fin de cuentas los ojos son lo de menos, las miradas son lo de menos si sabemos que todo es un lienzo interpretado. Y algún día, cada vez más cerca, mis ojos se volverán cristales que no distorsionan este lienzo, que no interpretan, que solo transparentes dejan pasar la luz clara del lienzo.

El corazón no me cabe en el pecho


El corazón no me cabe en el pecho. Siento que se desborda y siento que es demasiado grande para este cuerpo frágil que prestaron. Mi corazón tiene miedo, está rodeado por miedo, tiene una armadura de miedo y dentro el corazón que se expande. La armadura es fuerte, pero el corazón no para de crecer. Duele la armadura que retiene y duele el corazón que empuja. Digo adiós a la armadura, que se valla, que se desintegre, que reviente en pedazos y el corazón que alumbre todo, que alumbre el camino.

Yo no elegí, mi alma fue.

una flor se rompió



Una flor se rompió, se partió a la mitad. A la mitad del bosque se partió está flor y se encontró parte del bosque. Partió la flor, se fue, se huyó. Se rompió en sí misma y en beta que surgió de su partida se vio el bosque. Bosque frondoso de gárgolas de piedra, de gárgolas con vida y sin vida. Con vida del que vive y sin vida del que las considera “rocas, inertes, sin vida”.
En la flor ya no se veía una flor, se veía un parto de flor, un “soy flor y parto”, y en el parto de flor se veía un bosque de gárgolas. Las gárgolas diciendo: “qué paso con la flor” “qué fue de la flor”. La gárgola de dentro de la tierra rompió con el piso y dijo:” la flor partió, se partió y dio a luz con su parto en la partida. La flor nos dio a luz a las rocas de la tierra, pues de su rendija un bosque, de su bosque piedras hechas gárgolas. Y yo más bien me pregunto: y de nosotros qué”
La gárgola mayor, de la tierra, de los abajos del piso, del sub del subsuelo se explotó consciente de que en ella también creaba algo, entonces ella ya no partió, ella se explotó y se explotó sabiendo de su explote como la partida de la flor, sin partida sino explote ella ya no se veía, pues se veía lo de adentro de ella, surgimiento de ella. Más flores no, sino luces del fandango y decían: de partida de la flor que se ve el bosque de gárgolas, de gárgolas que salen de la tierra expresando su explote, del explote que es nosotros que nos visten de colores, de colores que al brillar, brotan y desbordan su brillar hasta que no se ve nada.