6 oct 2024
Alejandro Cuevas
¿Me guías abuelo?.. en mi camino, hacia la luz, la virtud, y la justicia. Hacia el balance, ese de la justicia, ese del derecho. Por favor, gracias por la fuerza, de la fuerza, del venir, del vivir. Vital, como mi padre, mi abuela, mi bisabuelo y tú. Linaje de fuerza, amor y gloria. De dulsura, de creatividad, de sentido.
Nos convertimos en hombres
13 ago 2024
Mi hermano
Hola hermano, te quiero mucho, perdóname por no saber cómo moverme. No te quiero perder, te llevo en el corazón. Mi hermano, mi hermano mayor. Te amo. Quiero que estés bien. ¿Por qué? me pregunto, ¿por qué? y no escucho respuesta. Te quiero mucho. Te deseo el bien, una larga vida y feliz, en paz. Y me pregunto, ¿puedo hacer algo para mejorarlo?, ¿qué?..
Mi hermano, mi hermano querido, más allá de las diferencias, agradezco que estés en mi vida, eres un regalo, un bello regalo.
30 oct 2023
Respiro
Respiro... respiro profundo. Como quien en la paz encuentra un murmullo, un sentido, un amor.
Respiro profundo y el cuerpo que cansado, un poco tumbado se llena de amor, de gloria, de luz.
Y los hilos de colores, de energía, que revitaliza todo el sistema.
Las emociones que no son exageradas, pero justas, expresadas, que circulan naturalmente.
Y respiro, como estando vivo, conectado, esperanzado, calmo.
Dios, siempre presente, viendo por nosotros.
Los ángeles cuidándonos, ligeros, fuertes y luminosos, toda una hueste.
Respiro y sano, me embriago en salud, en sentido, en perdón.
Ya aquí, en mi cuarto, seguro, pasciente, encuentro mi lugar, mi espacio, mi vida llena.
Entonces, le escribo a Dios: ser, te soy, parte de la vida, sólo quiero estar en paz, feliz, como todos los bellos seres.
En un rezo: Permite a mi corazón guiar el camino, en salud, en amor y sinceridad. Permite al aliento de vida liderar el camino, en dulzura, en calidez, en verdad. Permite al cuerpo recibir al espíritu santo y vivir de él, en entereza, en confianza. Que la gratitud permee y que el sentido diriga. Que haya un derrotero, una meta clara, un amor latente, una certeza bella. Que la bondad llene nuestros corazones, que la bondad se manifieste, en misericordia, en compasión, en libertad.
Soy buena persona, soy buena persona, soy buena persona.
26 oct 2023
sentido de movimiento
Me dice, así es, así funciona, y no tengo ninguna réplica.
Dice, quiero hacerlo así, por esto y por aquello, y no le veo falla a su método o razonamiento. Solamente tal vez yo lo haría distinto, pero ella decide hacerlo así, y está bien.
Yo puedo tomar mis propias decisiones y hacer los movimientos que sienta pertinentes. No por que me enoje, sino por que me hagan sentido...
24 oct 2023
Rigel
La verdad es que soy buena persona. Soy un buen ser humano, con defectos y virtudes. Sí, cometo errores, siento... amor, miedo, ternura, dulzura, enojo, y toda la gama de sentimientos humanos. Y soy buena persona.
Me convenzo de ser buena persona, es una certeza. Y me doy cuenta de que lo importante es ser buena persona, independientemente del tamaño de tu cuerpo, más allá de si eres hombre, mujer, gay o si terminaste o no una carrera, independientemente de tu profesión o de qué tantos títulos tengas, de si haces ejercicio y estás "guapo" o "feo"... lo importante es ser una buena persona, y yo lo soy.
31 jul 2022
La herida
El perro que se lame, se lame la herida, se la rompe. Las pasadas de la lengua, ya áspera de navegar entre el pelo tieso, mugroso. La herida casi sanada solo se asoma en la noche, en el día la luz del sol la esconde, la inhibe. Tímida se esconde, se cierra como vagina afeitada y seca.
El perro lame, ya por hábito, una cicatriz bella, dura como callo. Fue herida que ahora es piel tiesa, reforzada, abultada. Y el perro la lame y la lame, tal vez por cariño al dolor antiguo, recuerdo ardoroso, irritante. La comezón que lame se alivia, y el perro se enfada porque se había acostumbrado al dolor, muerto ahora, entonces se consuela con su propia lengua, rosada, flexible, abrasadora.
La lengua pareciera tener vida propia, independiente. Y el perro negro, siempre negro, acostado, con los ojos abiertos y quietos, inmobil el cabrón, y la lengua viva por sí sola que sale de la trompa y lame, de arriba a abajo, rítmica, lenta. Los belfos húmedos y los bigotes rociados de saliva, la nariz mojada y la lengua entrando y saliendo, suave, animal, casi erótica. Y el perro que parece dormido con los ojos fijos en la pared, con la lengua activa, con las patas bien peinadas, con la herida desaparecida, pasada, ya mero olvidada.
23 jul 2022
En la tierra de Nadie
En la tierra de Nadie
En la tierra de nadie nadie es jefe.
Está vacía, es un desierto.
Sólo de noche salen a respirar los seres sombríos,
sólo se ven ojos mirando en la oscuridad, basta…
Esta noche es calma, los ojos que ven son quietos, atentos, casi inofensivos,
y las piedras altas, lisas, que casi ni se ven,
como caminar a ciegas, solo siluetas, el piso y el cielo vasto que también es oscuro.
A lo lejos se escucha un mugido, pero es bajo, casi un bostezo,
y el sentido dolor, que ya se convierte en vacío ungido, recuerda que no hay jefe pero sí vida.
En la tierra de nadie todo es dueño de sí mismo, una presencia inmutable, sostenida…
paredes de silencio por doquier y tierra suelta, levemente cálida bajo los pies.
No hay hambre, te alimenta la calma, la lentitud, te alimenta el silencio intacto,
y por debajo de la piel el barro, que también es oscuro y caliente, pero húmedo.
Las criaturas te acompañan, son vigías y te guardan, compañeras, como las plantas que no hablan pero están llenas de vida, y la mirada no falta, no hace falta, no es necesaria.
En la tierra de nadie todos son ciegos menos las mujeres, y las mujeres son criaturas que nacen junto con el sol. En el día ellas siembran y cosechan, y dan de comer a sus hijas que se saben de la tierra, de la tierra de nadie. No se sienten dueñas solo aman, hermosas, trabajadoras, amamantadoras.
Y los hombres son trogloditas perdidos, condenados que en la noche hacen las paces pues son ciegos, arrepentidos, retirados. Algunos redimidos pueden respirar libres en la oscuridad, disfrutar las miradas calmas que acarician sus semblantes, dormir sobre la tierra basta, sin dueño, sentir las piedras, asociarse con el vacío, diluirse y chillar agradecidos, y admirar con el pensamiento, en el silencio, a las mujeres que nacen con el Sol, a sus hijas, a todas ellas que no se sienten dueñas, que aman, que son hermosas, trabajadoras y amamantadoras.
En la tierra de nadie, en la tierra de nadie las criaturas son silenciosas e inofensivas, nadie es dueño de nada, no hay jefe, solo un presencia divina y las mujeres aman y dan vida, y siempre nacen con el Sol para alimentar, y los hombres con suerte viven y siente tan solo por ellas, tan solo gracias a ellas.