Estrellas

18 dic 2012

rino


El tiempo nos unió en momento de capricho realizado.

Con dos manos que se toman con el centro palpitando, se empezó a crear un brillo. Luego un animal arcaico empezó a tomar forma desde en medio de las palmas.

Dotado de cuernos y piel fuerte, se asemejaba a un dinosaurio de tierra. Con cuernos cortos perfilándose a lo largo de su nariz y hasta el entrecejo. Más ágil y flexible que un reptil.

Comenzó a chillar más y más fuerte, gritaba de vida, de nacimiento. Se trataba de una bestia capaz de vencer cualquier obstáculo. Su cuerpo, como una coraza de fuerza de voluntad indómita, sus cuernos resplandecían de amor verdadero y sus ojos serenos y sabios, humildes.

Las manos se dejaron y la bestia se soltó.


Ésta aún vive, su brillo aumenta a cada momento y su chillar, con suerte, algunos aun lo escuchamos.