Un día decides ver la vida complicada. Es sólo una decisión, es sólo una decisión pues sabes, al instante, que la vida puede verse de igual
forma sencilla, alegre, benévola. Es sólo una decisión. Todo en el camino es
una decisión, y uno decide verla con los ojos que más le placen y le gustan,
los ojos que le acomodan los ojos que le sienten y le gustan. Yo hoy decidí ver
con ojos de no sé que cosa, con ojos que no conozco. Decidí postrarme unos ojos
muy nuevos y disfrutar eso que no entiendo, y descifrar eso que no comprendo.
Digo, a fin de cuentas los ojos son lo de menos, las miradas son lo de menos si
sabemos que todo es un lienzo interpretado. Y algún día, cada vez más cerca,
mis ojos se volverán cristales que no distorsionan este lienzo, que no interpretan,
que solo transparentes dejan pasar la luz clara del lienzo.