¿Porqué te niego?
Te niego porque eres falsa, porque no existes. Porque
siempre llega una tú diferente y no es una tú suficiente para calmar mi alma,
no es una tu suficiente para calmar mi sed y mi hambre. Te niego porque no te
entiendo y cuando te siento me siento frío, me siento solo porque no te siento
en mí. Te siento rara, te siento ajena y a la otra la siento rara y ajena y a
aquella otra la siento lejos distante, perfecta en un principio y ahora rara y
ajena. Y entonces me canso de resolver todo en la mema y me aventuro a
resolverlo en el movimiento práctico y entonces los resultados se precipitan,
lastimo, golpeo, hiero queriendo lo mejor para mí, lo más nutritivo y estable,
lo más pleno, y aun así hiero. Aun no encuentro una manera de ser pleno sin
herirlas. Aun no encuentro la manera de ser pleno sin herirme, sin discutirme,
sin contradecirme y cuando creo encontrarlo sangro por un lado y al cachar la
gota antes de tocar el suelo, salpica el otro lado. Te niego porque me gustaría
ser pleno sin ti, me gustaría estar completo sin ti.
Soy incompleto sin ti, no soy pleno sin ti y eso me rompe en
dos.