Estrellas

2 ene 2013

Un ave azul y bella


Sin duda se convirtió en algo que él no esperaba.

Buscó años su libertad y tras conseguirla, abrió la celda y tomó asiento en el jardín más próximo a la prisión.
Un ave azul y bella pasó frente a él, aterrizó sobre sus patas y le vio a los ojos.

Luego él fue directo a lo que un día fue su hogar. Al entrar, cerró la puerta tras de sí y cerró cada una de las ventanas también.

Durante mucho quedó dentro de aquel cuarto y se empeñó en externar su sentir.
Un día vio el resultado; una jaula perfecta hecha de madera cálida.

Regresó a aquel parque donde algún día había sido visto por un bello pájaro a los ojos, y con jaula en mano se sentó donde aquella vez.

De pronto un ave azul y bella que volaba en los altos aterrizó sobre sus patas y le vio a los ojos.

Él dijo: Mi objetivo no fue salir de aquella celda, tampoco era irme lejos y no regresar jamás, mi objetivo no era construir esta jaula ni sentarme a hablarte. Mi objetivo siempre fue mi libertad.

Luego el bello pájaro, saltando, entró en la pajarera de madera cálida, sin puerta. Cantó.